jueves, 12 de abril de 2012

Prefiero amarte a ciegas, duele menos.
No pensar, actuar.
Las verdades a veces duelen. La distancia nos desgarra. No quiero despedirme una vez más.
Bésame y todo se calmará.
Puede ser, que esa sea mi salvación.
No pares de amarme nunca.
Solamente salta, cuando yo te lo pida.
 +¿Confías en mi?
-Más que en ninguna otra persona.- me dijo sonriéndome pícaramente
Con esa sonrisa que puede llegar a enloquecerme. Esa sonrisa que me transporta a millones y millones de años luz.
¿Puedes verme? Soy aquella estrella que perdida deambula por este universo, cruento, salvaje, pero que en el momento en el que la luna sale, ¡se siente tan bien!
Esa brisa, cuando la lluvia moja tu cara, y pienso en ti. Pienso en que cada una de esas gotas son tus besos. Los besos que podríamos habernos dado, en todo este tiempo. Cada una de las caricias, que tanto necesito y extraño. Cada uno de los pequeños mordiscos que,al besarnos, podían provocantes mecerse por nuestros labios. Cada uno de los ``te quieros´´ que podríamos haber pronunciado levemente embriagados de alcohol y amor.


+¿Tú me quieres?
-Más que a nadie.
+No te lo crees ni tú chato.-Sonreí, con esa tímida media sonrisa que a él le encantaba.
-¿Tú eres boba, verdad?.- Sonrío.
[Me agarro, y me atrajo hacia si, puso levemente su cara en mi mejilla.]
Un cálido y extraño escalofrío recorrió mi cuerpo. Se acercó a mi oído, y lento, suave, pícaro, conciso, me dijo:
-Te quiero. No lo dudes nunca.



miércoles, 11 de abril de 2012

Tristeza, por algo lejano. Soledad que desgarra las siluetas de aquellos días que parecen lejanos en lo mente. La ausencia de caricias, besos, sonrisas, que ahuyentadas partieron. ¿Para no volver? Quizás vuelvan. Quizás regresen cuando la espera no sea esperadas, cuando cada lagrima no le tenga como dueño.