miércoles, 15 de febrero de 2012

Soledad

Como pájaros que al vuelo cazan mariposas que se ciñen a enriquecer la vista de aquellos ciegos de placer que enmudecieron al ver a aquellos ``sin palabras´´ contándo esta historia.

Corría el año 1954. La calle estaba completamente desierta. Tan sólo el dulce compañero de la noche, un viento fuerte, altivo, que golpeaba furtivo el cristal de la habitación de Sally. Ella atemorizada, se resguardaba debajo de las raídas sábanas, como si de una muralla protectora se tratase. No quería despertar a ninguna de sus compañeras de habitación. Eran exactamente catorce compañeras, las que dormían en aquel tugurio que les ofrecía para descansar, su amo Sir Loreman. Era uno de los más adinerados de su época.
Sally se levantó cuidadosamente, y se dirigió hacia la ventana. Soñadora, se puso observar las calles de su ciudad natal, aquella ciudad tan avanzada e innovadora pero sin embargo fría, como su corazón.

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