sábado, 10 de mayo de 2014

En un beso, sabrás todo lo que he callado

¿Por qué? ¿Acaso ha de ser tan difícil? ¿Qué ocurre? Las alarmas están sonando en mi interior. Busco desesperadamente una salida que me lleve a un mundo mejor, pero no sé hacia dónde dirigirme. El mundo se está destruyendo y busco refugio. Respirar se me hace cada vez más difícil, nado hacia la orilla buscando escapar, pero mi cuerpo no resiste más. 

Necesito ver esa luz que me prometiste, escuchar ese "todo irá bien princesa". Contemplar esa sonrisa que logra calmar a mi encabritado y confundido corazón. ¿Dónde se fue? ¿Hacia dónde marchó? Intento correr en su búsqueda pero mis piernas no responden. No puede acabar ahora. No puedo observar como todo se derrumba, impasible. No puedo dejar que una gran parte de mí se vaya.

 ¿Dónde están esos abrazos que me protegían del mundo? Esos "yo mataré monstruos por ti", esos "te necesito", esos, "no quiero verte llorar nunca, porque si tu caes yo caigo", se han ido con el viento y no planean volver.   

Las lágrimas insolentes brotan incansables por mis mejillas, una estampa, tristemente, de lo más común. Quizás seré la culpable, por no ser capaz de decirte todo aquello que siento, por tener bajo llave todos los "te quiero" que debía haber pronunciado a tiempo, por hacérseme imposible sacar a relucir mis sentimientos.Por hacerte llorar. Por no ser la persona más fácil de comprender. Por todos mis enfados improcedentes, por cada grito y reproche. Por cada vez que mi estúpido cerebro no supo darse cuenta de lo importante que eran tus sentimientos y haberlos tenido en cuenta. Por no ser, quizás,  la persona que mereces.

Hace poco, me di cuenta de que lo que más temía en el mundo, se había cumplido, estaba enamorada. Ese amor perfecto, eterno protagonista de todas las películas y novelas que todos conocemos y buscamos, no existe. La perfección no existe ni existirá nunca, mas bien, en la imperfección reside lo verdaderamente bello. Y es simple, atemorizada, ruborizada, contenta, exaltada, triste, enfurecida, desganada, divertida, llorosa, confundida, sonriente, nerviosa, alterada, altanera, poderosa, cohibida, intranquila, desorientada, melancólica, nostálgica, enloquecida, prendada, atacada, feliz, se me hace imposible encontrar alguien como tú. Alguien que con una sola palabra logre provocarme todas esas sensaciones en un segundo. Por darme fuerzas y ser quien todos estos años estuvo a mi lado. Por ser quien logró que viera el lado positivo de la vida. Por compartir tantas tardes conmigo hablando de nuestras rarezas, que, recuerda, nos hacen únicos. Por ser la persona que logró despertar en mi interior a esa "Mónica" que se encontraba oculta, dotándola de algo de motivación y consiguiendo una sonrisa en el peor de los momentos. Gracias por ser tal y como eres. Por todo ello y mil cosas más, puedo decir bien alto las dos palabras que, juntas, más pavor me provocan: "te quiero".

"I want all of my lasts to be with you"














-Sheeta, escucha, te voy a enseñar un hechizo para problemas.

- ¿Un hechizo?

- Sí. Son palabras secretas muy, muy, muy viejas. Significan: ayúdame a reavivar la luz.


No hay comentarios:

Publicar un comentario